sábado, 3 de diciembre de 2011

Vanessa Viana Guerra


Santa Rosa de osos, 1991. Joven amante de toda expresión artística. Estudiante de Técnica Vocal (Programa de Extensión) en la Escuela Superior Tecnológica de Artes Débora Arango en el municipio de Envigado, Medellín. Ha participado en festivales de la canción ocupando los primeros lugares motivada por la magia que le inspira la música. Ha realizado varias lecturas de sus poemas en encuentros culturales en el municipio y tuvo la oportunidad de asistir a Abejorral y darlos a conocer. Actualmente hace parte de la Corporación Cultural Poetas Sin Voz.

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Perdurable creación, perfecta fascinación.
Dulce fuerza, ángel de pureza
con inquebrantable conciencia a la indiferencia.
Hoy tu piel se ve holgada por la dilatación
que te ha provocado darle vida a tus vergüenzas…
Hoy tus pliegues se ven manchados
por sucias caricias que sólo han buscado calmar su sed.
Animales primitivos de evolución a caníbal…
has entregado tu vuelo, tu libertad, tu dignidad
a quien supo rasgar las vestiduras de tu alma…
has cambiado tu esencia
por lagrimas de sangre que te han ocasionado
inexpertas manos cobardes
que aún reclaman medidas exactas
después de haberte más que tu cuerpo destrozado…
Te haces tonta esperando saciarte
con las escuchadas palabras
que no encierran más que morbo,
que no llevan más que ganas sin la magia del deseo…
te prestas para el roce de otro cuerpo y su placer…
te has hecho mártir y te crucificas
en quien sólo te da dolor y

te posiciona como “reina” con corona de espinas…
¡Te has olvidado! Y con ello
el triunfo merecido a tanto esfuerzo,
el pago millonario al don otorgado
por prestar tus entrañas para formar existencias…
¡Te has vendido! ¿Por el miedo a la soledad, por hambre,
por miserables monedas de oro que compran tu muerte?...
¡Te han contagiado el sida en la conciencia!
y desfigurado el orgullo…
Han pisoteado tus sueños
y escupido tus ilusiones…
Han violado tus sentimientos,
te han negado la magia de verdaderamente amar
y te han obligado a pertenecer a sus garras de poder…
poder no mayor a tus gritos mudos
que aún guardan entre hostiles recuerdos,
apacibles miradas que aún te guardan, te tienen;
pese a tu mediocre razonamiento,
a tu inválida condición social,
pese a esa estúpida tradición que soborna por santidad…
te exhorto entonces domable animal
a que abras tus alas y te vivas en el vuelo,
te sientas el aliento en este pequeño soplo letrado tan postergado.




 
Versos de muerte

Ser sepulturero,
ánima de sombras negras;
presencia imperceptible
pero de garras certeras.

Visitante de vistas ciegas,
comadre de los acabados,
dime qué alma hoy te llevas
de esos tiempos ya pasados.


No quieras mis huesos ruñir
No pretendas mis carnes cortar
No arrebates mis ganas de existir
No sometas mi alma a suplicar.


Tú de altiva feminidad
Tú de olores putrefactos
Tú de paso presencial
que de sangre marcas tus actos.


Tú de aullido sin gemido,
compañera infiel del sirviente
te has llevado sin cometido
aún ante ti el más indiferente.


Si en tu retina me has tenido:
-paséame entonces
a un lugar sin tiempo,
llévame donde descanse
mi cuerpo postrero
en divino aposento-


Y allí en el lugar sin nombre
seré lo que frenéticamente apetezco
que en este espacio terrenal
me es censurado por grotesco.


 

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