sábado, 3 de diciembre de 2011

María Camila Guerra Patiño


Santa Rosa de Osos, 1998. Estudiante de séptimo grado de básica secundaria en la Institución Educativa Escuela Normal Superior Pedro Justo Berrío. Obtuvo el primer Puesto en los Intercolegiados Juveniles en la categoría de Cuento Corto 2011.

*****




Una melodía

Recolectando diferentes ideas sobre lo que es una melodía, algunos piensan que es un simple sonido, otros piensan que es algo bonito que inspira. Pero, para mí, una melodía es un Te Amo que sale de tu boca y llega hasta mi corazón, es una mirada profunda que penetra en mi pupila, es aquel momento inolvidable que vivo contigo, es un beso que un día fue una fantasía convertida en realidad; es un silencio que estuvo en medio de una conversación cuando ya no existían las palabras, es rabia cuando ninguno de los dos entiende al otro, son aquellos celos estúpidos que sólo llegaron al orgullo, es algo incoherente que nadie entendió, pero a la final se transforma en una risa pegajosa que me hace sonreír. Una Melodía es una asociación de muchas, demasiadas palabras que se convierten en esta poesía que fue inspirada en ti, o podríamos decir “nosotros”.




Se llama decepción

Sólo busco soluciones a aquellos problemas que jamás he tenido. Sólo quería pedirte que me ayudaras a no atarme a un imposible, a comprender que todo pasa, pero eso se puede superar, a mirar con otros ojos esta sociedad llena de ignorantes en donde si no pensamos igual, hablamos igual, vestimos igual es porque no somos dignos de un trato respetable, donde la envidia nos consume y no deja que el corazón piense porque la cabeza está demasiado ocupada buscando venganza; quiero alejarme de aquellos espejos que destruyen mi alma y acaban con mi cuerpo, no puedo seguir mintiéndome a mí misma con una figura superficial que no inspira nada para los demás.

No es justo seguir buscando respuestas sin tener las preguntas; intentamos buscar una vida ideal sin preocuparnos por una vida real, donde no encajamos, donde no cabemos, donde no respiramos.

Pero, ¿por qué no nos damos cuenta que hay personas que se preocupan por nosotros, personas que están ahí? Sencillo, porque sólo vemos las personas que no lo hacen, que siempre intentan hacerte aquella hormiguita que nadie ve pero todos pisan, pero a la final nos daremos cuenta que eso que otros creen que nos harán insignificantes nos hará más fuertes.

Y escucha bien, pues creo que no lo volveré a decir: “No es rencor, no es resentimiento, se llama decepción.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario